El secreto de la felicidad está escondido en Dios. El asegura que los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor, son felices. No significa que tienes que ser perfecto/a, sino que sigas al Señor. Enfoca tu corazón hacia El, lee la Biblia y sigue sus enseñanzas. Esta es la puerta que abrirá el sendero de la felicidad.
Felices son los íntegros,
los que siguen las enseñanzas del Señor.
2
Felices son los que obedecen sus leyes
y lo buscan con todo el
corazón.
3 No negocian con el mal
y andan solo en los caminos del
Señor.
4 Nos has ordenado
que cumplamos cuidadosamente tus
mandamientos.
5 ¡Oh, cuánto deseo que mis acciones
sean un vivo
reflejo de tus decretos!
6 Entonces no tendré vergüenza
cuando
compare mi vida con tus mandatos.
7 A medida que aprendo tus justas
ordenanzas,
te daré las gracias viviendo como debo hacerlo.
8
Obedeceré tus decretos;
¡por favor, no te des por vencido
conmigo!
Salmo 119:1-8
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