La oración es para confiar y descansar en Dios

Buscar a Dios en oración tiene más de un propósito


Cuando los tiempos son difíciles nos acercamos a Dios en oración. Una súplica se eleva hacia el Padre, para que nos libre de la hora de la prueba que estamos atravesando. Pero, ¿qué nos pasa cuando Dios no contesta la oración, o se tarda más de lo previsto?

Nuestra vida pasa por tiempos de gran paz y felicidad, y también, momentos difíciles. Esos tiempos de angustia muchas veces nos llevan a buscar a Dios de una manera más intensa. No que no lo buscáramos en los tiempos de felicidad, pero más bien en esos tiempos damos gracias a Dios, o al menos, eso es lo que la Palabra de Dios nos enseña. Cantar alabanzas en los tiempos de alegría, y hacer oración en los tiempos de dificultad.

En medio de nuestra súplica, le vamos insistiendo al Señor que obre tal como deseamos, sea una sanidad de una enfermedad, una reconciliación en una familia distanciada, un trabajo cuando se ha perdido el sustento. Pero no siempre Dios obra rápidamente, y a veces, no obra como le pedimos. El es Soberano.

El reformador Martín Lutero lo dijo muy bien:

La oración no es para cambiar los planes de Dios. Es para confiar y descansar en su soberana voluntad. (Martin Lutero)


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